A la caza del titular
Ha vuelto a pasar. En la sesión de control al Gobierno. Esta semana le ha tocado el turno al ministro de Educación, José Ignacio Wert, después de un largo período -para lo que nos tiene acostumbrado- sin mayor relevancia mediática. Para compensar esta ausencia temporal de la primera línea informativa, Wert destapó esta mañana el tarro de las esencias con una frase que nada más salir de su boca ya tenía como objetivo convertirse en el titular del día: «El interés del Gobierno es españolizar a los alumnos catalanes«.
Nada le resultó más sencillo al ministro que ocupar las portadas de todos los medios digitales. El plan le salió a la perfección: comparecencia pública con una frase muy llamativa, rápido eco por parte de los medios, reacciones de las diferentes partes implicadas en la declaración y posterior debate periodístico y en las redes sociales sobre la idoneidad de la frase. De nuevo, el manifiesto perjuicio social de estas palabras es compensado con una enorme presencia mediática y el desvío de la agenda pública de otros asuntos más relevantes para la ciudadanía.
Nadie le ha preguntado al ministro qué significa «españolizar a los alumnos catalanes» ni cómo y por qué se hace. Wert se limitó, muy hábilmente, a expresar una declaración llamativa y dejar a la opinión pública la interpretación de sus palabras. De esta forma, ha logrado dejar pasar un nuevo día con una polémica artificialmente creada y ocupar páginas de periódicos y rellenar minutos televisivos y radiofónicos.
Vivimos una época de titulares y fotografías artificiales y polémicas informativas constantes. Los chascarrillos, las descalificaciones personales y los exabruptos políticos ocupan titulares en detrimento de la información pura y objetiva, del reportaje y la investigación, de la crónica parlamentaria global. Tiene más eco social una frase desafortunada o manifiestamente polémica que un análisis profundo de las causas y efectos que llevan aparejadas estas declaraciones. Nadie hace las preguntas oportunas a estas declaraciones. Simplemente nos limitamos a bromear e ironizar sobre estas frases, ampliando su repercusión social. Logrando de esta forma que los políticos consigan su tan ansiado titular durante varios días.
Quizá habría que cambiar el nombre de sesión de control al Gobierno por sesión de captación de titulares de Gobierno y oposición.
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