Clases de idiomas para altos cargos
Leer el Boletín Oficial del Estado (BOE) siempre depara alguna sorpresa. La de hoy viene en forma de anuncio:
Anuncio de formalización de contratos de la Junta de Contratación del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Objeto: Clases presenciales de inglés, francés y alemán para altos cargos y grupos especiales de personal del Departamento.
En román paladino: el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, encabezado por Cristóbal Montoro, ha formalizado un contrato público por importe de 285.600 euros para que los altos cargos de este Ministerio reciban clases presenciales de inglés, francés y alemán, imagino que sin desembolso alguno para los alumnos. O lo que es lo mismo: ha destinado dinero público para el beneficio personal de unos individuos elegidos a dedo.
Y ahora empiezan las preguntas. Si según la definición platónica de gobierno ideal éste debía estar compuesto por los mejores, ¿cómo se entiende que un Ministerio destine dinero público para impartir clases de idiomas a altos cargos elegidos a dedo? Puedo entender que una persona no sepa hablar estos tres idiomas ni tan siquiera dos, ¿pero no hay tres personas en Hacienda que se defiendan en inglés, francés o alemán? ¿En qué mundo han vivido estas personas cuando en las dos últimas décadas se ha insistido en el fenómeno de la globalización y la importancia de aprender idiomas? Si saber estos tres idiomas es un requisito necesario para ocupar un alto cargo en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, ¿por qué no destinan parte de su tiempo libre, que seguro que lo tienen, para asistir a clases de idiomas pagándolas de su bolsillo como hacemos cualquier otro ciudadano?
Y la pregunta clave: ¿Para qué narices necesitan aprender inglés, francés y alemán los altos cargos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas cuando el representante del Gobierno que asiste a todas las reuniones europeas e internacionales para defender (sic) la economía española es el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, que para algo es el único miembro del Ejecutivo que sabe inglés? ¿Para qué narices necesitan aprender inglés, francés y alemán los altos cargos del Ministerio responsable de elaborar los Presupuestos Generales del Estado y controlar la financiación del Estado y las comunidades autónomas?
Al menos, la Junta de Contratación de Hacienda y Administraciones Públicas ha tenido la decencia de adjudicar el contrato a la oferta «económicamente más ventajosa», logrando un considerable ahorro del 59% (400.000 euros) respecto al valor estimado del contrato: 685.440 euros.
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